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Los mariscos son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos. También contienen vitaminas del grupo B, que contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso, y minerales como yodo, hierro, zinc y selenio.
Seguir la receta tal cual, y en lugar de agregar el pescado y camarones, agregar 300 gr de choritos limpios, previamente bañados con el jugo de 1 limón.
Para resaltar los sabores marinos, acompaña tu sopa con un vino blanco seco. Este tipo de vino es el compañero perfecto para pescados y mariscos, ya que realza sus sabores naturales sin dominarlos. Sirve el plato con pan crujiente untado con salsa de ajo casera para una experiencia completa.
La base perfecta incluye una combinación de choritos o mejillones, machas, camarones y jaibas. El secreto está en la frescura de los mariscos y en mantener un balance entre ellos. Para un caldo más sustancioso, puedes incorporar pescados de carne blanca como congrio o merluza, que aportarán una mayor profundidad de sabor.
Cuando agregues los mariscos al caldo, hazlo de forma escalonada según su tiempo de cocción: primero los que necesitan más tiempo, como las jaibas, y al final los más delicados, como los camarones.
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